Declaración de verdades fundamentales tiene el solo objeto de ser base de la comunión entre nosotros (., que todos
hablemos una misma cosa, 1 Corintios 1:10;
1. La inspiración de las Escrituras
Las Escrituras, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo
Testamento, son verbalmente inspiradas por Dios y son la
revelación de Dios al hombre, la regla infalible e inapelable
de fe y conducta (2 Timoteo 3:15-17; 1 Tesalonicenses 2:13;
2 Pedro 1:21).
2. El único Dios verdadero
El único Dios verdadero se ha revelado como el eterno
existente en sí mismo “YO SOY”, el Creador del cielo y de la
tierra y Redentor de la humanidad. Se ha revelado también
encarnando los principios de relación y asociación como el
Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo (Deuteronomio 6:4; Isaías
43:10,11; Mateo 28:19; Lucas 3:22).
LA DEIDAD ADORABLE
(a) Definición de términos
Las palabras trinidad y personas, según se relacionen con la
Deidad, aunque no se encuentran en la Biblia, están en armonía con ella; consecuentemente, podemos comunicar a los
demás nuestro entendimiento inmediato de la doctrina de
Cristo respecto al Ser de Dios, según se distingue de “muchos
dioses y muchos señores”. Por tanto podemos hablar debidamente del Señor nuestro Dios, que es un solo Señor, como
una Trinidad o como un Ser de tres personas, sin apartarnos
por ello de las enseñanzas bíblicas (como ejemplo, Mateo
28:19; 2 Corintios 13:14; Juan 14:16,17).
(b) Distinción y relación en la Deidad
Cristo enseñó una distinción de personas en la Deidad que expresó en términos específicos de relación, como Padre, Hijo, y Espíritu Santo, pero que esta distinción y relación, en lo que a su forma se refiere, es inescrutable e incomprensible pues la Biblia no lo explica (Lucas 1:35; 1 Corintios 1:24; Mateo 11:25-27; 28:19; 2 Corintios 13:14; 1 Juan 1:3,4).
(c) Unidad del único ser del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo
En consecuencia, de la misma manera, hay eso en el Padre que lo constituye Padre y no Hijo; hay eso en el Hijo que lo constituye Hijo y no Padre; y hay eso en el Espíritu Santo que lo constituye el Espíritu Santo y no Padre ni Hijo. Por lo que el Padre es el Engendrador; el Hijo es el Engendrado; y El Espíritu Santo es el que procede del Padre y del Hijo. Así que, por cuanto estas tres personas de la Deidad están en un estado de unidad, existe un solo Señor Dios Todopoderoso y tiene un solo nombre (Juan 1:18; 15:26; 17:11,21; Zacarías 14:9).
(d) Identidad y cooperación en la Deidad
El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo no son idénticos en lo que respecta a persona; ni se les confunde en cuanto a relación; ni están divididos en cuanto a la Deidad; ni opuestos en cuanto a cooperación. El Hijo está en el Padre y el Padre está en el Hijo en cuanto a relación. El Hijo está con el Padre y el Padre está con el Hijo, en cuanto a comunión. El Padre no procede del Hijo, sino el Hijo procede del Padre, en lo que respecta a la autoridad. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, en cuanto a naturaleza, relación, cooperación y autoridad.